"Ser feliz" por sobre "tener la razón"
Querer tener "la razón" nos lleva a las expectativas. Por tanto, vivir en la queja de lo que debería haber sido y bajo las exigencias que propone el "deber ser" se vuelve una dinámica casi ineludible. Por supuesto, la felicidad no escapa de esta dinámica, y desde esta tesitura seremos felices, siempre y cuando la realidad responda estrictamente a nuestras razón. Entrando en una batalla cuerpo a cuerpo con vida, lo cual es agotador y nos garantiza de movida ser infelices la mayor parte del tiempo. Entonces…¿Cómo ser feliz? Ante todo, tomando conciencia de que nuestros juicios se fundamentan en nuestras creencias y que estas, en varias ocasiones, nos condicionan. Si bien es necesario integrar las mismas durante la niñez para poder, en una primera instancia, integrarnos al clan y, posteriormente, a la sociedad; ya en la adultez encontrar nuestra propia definición de felicidad, tiene por preámbulo cuestionarlas. Como muchos animales, el ser humano nace lejos